Las grandes tecnológicas agrupadas en CCIA Europa han presentado una queja formal ante la Comisión Europea por las enmiendas introducidas en la legislación italiana contra la piratería de transmisiones deportivas. Según denuncian, estas modificaciones vulneran las normas de la Unión Europea (UE) y suponen una amenaza a la libertad de expresión.
La «tarjeta roja» de Silicon Valley a Italia
El conflicto se desató con dos enmiendas aprobadas en octubre de 2024, diseñadas para reforzar las medidas contra el «streaming» ilegal de contenidos deportivos, en particular, partidos de fútbol. Estas disposiciones incluyen:
- Escudo contra la Piratería: La Autoridad de Comunicaciones de Italia (Agcom) ha recibido nuevos poderes para bloquear, en menos de 30 minutos, los sitios web que transmitan contenido deportivo ilegalmente. Esta responsabilidad se extiende a los proveedores de servicios de internet (ISP), redes privadas virtuales (VPN) y sistemas de nombres de dominio (DNS) públicos, incluso si operan fuera de Italia.
- Ampliación de obligaciones: Ahora, la legislación italiana obliga a un espectro más amplio de actores tecnológicos a denunciar actividades sospechosas de piratería. La omisión de esta obligación puede acarrear penas de hasta un año de cárcel.
CCIA Europa, que representa a gigantes como Amazon, Apple, Google y Meta, acusa a Italia de ignorar los procedimientos europeos al aprobar estas medidas. Además, advierte que las enmiendas infringen la neutralidad de la red, el Reglamento de Servicios Digitales (DSA) y los principios de la Carta de Derechos Fundamentales de la UE.
¿Conflicto de intereses?
Uno de los puntos más polémicos radica en que una empresa vinculada a la Liga de la Serie A ha desarrollado para Agcom una plataforma automatizada para bloquear sitios web. Esto plantea, según CCIA Europa, serias dudas sobre la imparcialidad y los posibles conflictos de intereses en la aplicación de la ley.
Además, la organización critica que ninguna de las enmiendas fue notificada a Bruselas a través del sistema TRIS (procedimiento de consulta para garantizar que las normativas nacionales cumplen con las leyes de la UE).
Silicon Valley: ¿defensores de la libertad de expresión o intereses corporativos?
La postura de CCIA Europa se presenta como una defensa de los derechos digitales. Sin embargo, no pocos críticos señalan que el verdadero motor detrás de su oposición podría ser proteger sus modelos de negocio, evitando regulaciones estrictas en los mercados europeos.
En este contexto, el grupo de presión insta a la Comisión Europea a investigar las supuestas infracciones de Italia y a exigir la derogación de las enmiendas. Sin embargo, los partidos italianos detrás de estas medidas, incluyendo el Fratelli d’Italia de Giorgia Meloni, defienden que estas disposiciones son clave para frenar la piratería y proteger los derechos de retransmisión, un negocio millonario para los clubes deportivos.
El fútbol como campo de batalla
La piratería de transmisiones deportivas es una preocupación creciente en Europa, con pérdidas estimadas en cientos de millones de euros para las ligas de fútbol y las plataformas de streaming. Sin embargo, las nuevas normativas italianas han levantado ampollas no solo entre las tecnológicas, sino también entre defensores de los derechos digitales.
Entre los críticos de las enmiendas figura el antiguo comisario europeo para la Libertad de los Medios, que advierte de una deriva autoritaria en Italia bajo el gobierno de Meloni. Las preocupaciones no son infundadas: figuras clave detrás de estas medidas, como Claudio Lotito, combinan roles políticos con intereses directos en el fútbol, lo que agudiza la percepción de conflictos de interés.
Reacciones en Bruselas e implicaciones europeas
Por ahora, la Comisión Europea no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre las quejas de CCIA Europa. No obstante, cualquier decisión podría sentar un precedente en la regulación de la piratería y los derechos digitales en el continente.
El choque entre Italia y Silicon Valley refleja una tensión más amplia: el delicado equilibrio entre proteger los derechos de autor, garantizar la neutralidad de la red y salvaguardar la libre competencia en un mercado digital globalizado. ¿Es esta ley un ejemplo necesario para frenar la piratería o un exceso regulador que limita derechos fundamentales? La respuesta podría definir el futuro de la lucha contra la piratería en la UE.
vía: EuroActiv, Gazzeta Ufficiale, Normativa