La nueva generación de ordenadores, equipada con procesadores Intel® Core™ Ultra y unidades de procesamiento neuronal (NPU), promete revolucionar la manera en que las empresas y los usuarios tratan con datos sensibles y ejecutan tareas de inteligencia artificial (IA). Este avance tecnológico permite que, en lugar de depender de la nube, las cargas de trabajo relacionadas con la IA se desarrollen localmente, lo que conlleva una reducción del tiempo de respuesta e importantes ahorros de costos.
Desde sus inicios en la década de 1970, los ordenadores han dependido de diversos componentes de hardware para facilitar el procesamiento complejo. Con el lanzamiento de los nuevos procesadores Intel, ahora es posible descargar estas tareas al PC, asegurando que la información sensible permanezca privada al no salir del dispositivo. Este enfoque no solo mejora la eficiencia en el uso del tiempo de procesamiento, sino que también ayuda a conservar la vida de la batería, ya que las NPUs están diseñadas para realizar cálculos necesarios sin afectar el rendimiento general del sistema.
Las cargas de trabajo de IA requieren una capacidad de procesamiento paralela significativa, algo que las NPUs ofrecen de forma óptima. A medida que se avanza en la integración de la inteligencia artificial en dispositivos, estos pueden gestionar tareas como la detección de correos electrónicos de phishing de manera más eficiente, aliviando la carga del software de seguridad en el sistema.
Intel ya ha optimizado sus procesadores para que diferentes núcleos se encarguen de diversas tareas según la demanda. Mientras que los núcleos de rendimiento se dedican a trabajos de alta intensidad, las NPUs manejan operaciones de IA que son rápidas pero no necesariamente precisas. Esta arquitectura híbrida también permite que las unidades de procesamiento gráfico (GPU) sean utilizadas para tareas específicas como el procesamiento de imágenes, dejando así a la CPU libre para manejar tareas críticas.
El uso de hardware especializado para mejorar la seguridad y la detección de malware se está popularizando. Con la colaboración entre Intel y empresas como ESET, se están desarrollando tecnologías que combinan esta nueva arquitectura con capacidades avanzadas de detección de amenazas, ofreciendo una mayor protección para los usuarios y mejorando además la experiencia general en el uso de dispositivos.
A medida que esta tendencia de integración de NPUs y GPUs continúe, se espera que los ordenadores portátiles sean capaces de realizar cargas de trabajo de IA incluso sin conexión a Internet, lo que podría llevar a una mejora en la inteligencia y la capacidad de respuesta de estos dispositivos. Si bien el uso de hardware dedicado para la IA en PCs aún está en sus primeras etapas, las posibilidades en el ámbito de la ciberseguridad son vastas y prometedoras.
Fuente: WeLiveSecurity by eSet.