La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) ha impuesto una multa de un millón de euros a LaLiga por la utilización de tecnología de reconocimiento facial y lectores de huellas dactilares en los accesos a los estadios sin el adecuado cumplimiento del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD). Además de la sanción económica, la AEPD ha ordenado la paralización inmediata de estos sistemas hasta que se verifique su legalidad.
Reconocimiento facial en los estadios: una práctica desproporcionada
El organismo regulador ha determinado que la implantación de esta tecnología resulta desproporcionada, al tratarse de datos biométricos que requieren protecciones especiales. Según el expediente, LaLiga capturaba y almacenaba información biométrica de los aficionados durante la compra del abono y la utilizaba posteriormente para validar su acceso al estadio mediante una base de datos.
El reconocimiento facial y la identificación mediante huella dactilar fueron utilizados en las gradas de animación, donde se buscaba controlar la entrada de aficionados conflictivos. Sin embargo, la AEPD ha considerado que esta práctica vulnera la legislación vigente y ha prohibido su uso hasta que se garantice su cumplimiento normativo.
La sanción impuesta podría haber sido mayor, ya que se barajó una multa inicial de 10 millones de euros, según fuentes de la investigación.
Una polémica que lleva años en el fútbol español
El debate sobre el uso del reconocimiento facial en los estadios no es nuevo. En enero de este año, el Club Atlético Osasuna ya fue sancionado con 200.000 euros por emplear esta tecnología en el acceso a El Sadar. Asimismo, otros clubes han tenido que reconsiderar su implementación tras recibir informes desfavorables.
La investigación de la AEPD parte de varias denuncias interpuestas en 2022 y 2023, donde se alertaba del uso indebido de estos sistemas para el control de acceso a determinados sectores de los estadios.
LaLiga se defiende y prepara un recurso
Desde LaLiga han justificado el uso de la tecnología biométrica alegando que facilita el control de los aficionados violentos, reforzando la seguridad en los estadios. No obstante, el organismo presidido por Javier Tebas ha expresado su desacuerdo con la sanción y planea recurrirla, argumentando que la gestión de los datos biométricos es responsabilidad de los clubes y no de la competición.
“La multa se basa en premisas erróneas”, han señalado fuentes de LaLiga a El País, insistiendo en que la responsabilidad del tratamiento de los datos no recae sobre ellos, sino en cada club que implementa estos sistemas.
Este nuevo conflicto en torno al uso de datos personales no es el primero para LaLiga. En 2019, la organización fue multada con 250.000 euros por utilizar el micrófono y el GPS de la aplicación móvil oficial para detectar bares que retransmitían partidos sin licencia. Además, recientemente ha sido protagonista de una disputa legal con Cloudflare, a la que acusa de permitir la proliferación de servicios de IPTV pirata en España.
La vigilancia masiva en el deporte: un dilema en debate
Este caso reabre el debate sobre el uso de tecnología biométrica en el ámbito deportivo y los límites de la privacidad. La AEPD ha sido clara en su postura: el tratamiento de datos biométricos debe cumplir estrictamente con la normativa de protección de datos, y cualquier implementación sin garantías suficientes será sancionada.
Por el momento, LaLiga no podrá seguir utilizando reconocimiento facial ni huellas dactilares en los estadios hasta que pueda demostrar que su uso es legal y proporcional a los fines de seguridad que persigue.
Fuente: El Otrolado
