En un contexto empresarial cada vez más vulnerable, el ransomware se ha convertido en una de las amenazas cibernéticas más devastadoras. Esta forma de ataque puede paralizar a una organización en cuestión de horas, poniendo en riesgo tanto su operatividad como su reputación. La realidad es que, según el último informe de Verizon, un tercio de todas las violaciones de datos están relacionadas con ransomware, lo que subraya la magnitud del problema, ya que representa una amenaza en el 92% de las industrias.
El impacto de un ataque puede ser devastador. Cuando una empresa se enfrenta a un ransomware, a menudo se ve obligada a lidiar no solo con las demandas de rescate, sino también con el trauma organizacional y humano que acompaña a estos incidentes. La paralización de sus sistemas implica una pérdida de ingresos inminente y la posibilidad de que se escapen oportunidades comerciales valiosas. Este deterioro de la situación puede extenderse por días, semanas o incluso meses, dependiendo de la complejidad de la recuperación. Según IBM, el costo promedio de recuperación de un ataque de ransomware asciende a cerca de 5 millones de dólares.
Ante estas circunstancias, las organizaciones deben abordar el problema desde un enfoque proactivo. Generalmente, las empresas afectadas tienen tres posibles salidas: restaurar datos a partir de copias de seguridad, recurrir a herramientas de descifrado proporcionadas por investigadores de seguridad, o pagar el rescate. Sin embargo, cada una de estas opciones viene con sus propios riesgos. Las copias de seguridad pueden ser objetivo de los atacantes, las herramientas de descifrado a menudo son ineficaces, y pagar el rescate no garantiza la recuperación de los datos.
Consciente de esta problemática, ESET ha lanzado una solución innovadora: ESET Ransomware Remediation. Este enfoque combina la prevención y la remediación en un solo proceso y crea copias de seguridad específicas que están fuera del alcance de los atacantes en el momento en que se detecta un intento de ransomware. Este avance es crucial, ya que los atacantes suelen corromper las copias de seguridad antes de activar sus garras maliciosas.
La resiliencia ante el ransomware no solo significa sobrevivir a los ataques, sino que puede convertirse en una ventaja competitiva significativa. Las empresas que desarrollen capacidades de prevención y recuperación sólidas estarán mejor posicionadas para enfrentar no solo el ransomware, sino otras amenazas cibernéticas que continúan evolucionando en un paisaje digital en constante cambio. En este contexto, Planificar lo desconocido se convierte en una necesidad ineludible, con la preparación adecuada apuntando a garantizar un futuro empresarial más seguro y resiliente.
Fuente: WeLiveSecurity by eSet.