Snapchat, aunque ocupa el décimo lugar entre las plataformas de redes sociales más populares del mundo, cuenta con más de 750 millones de usuarios activos mensuales. La aplicación se ha vuelto especialmente popular entre niños y adolescentes, quienes se sienten atraídos por características como los mensajes efímeros, las historias y los filtros de realidad aumentada. Sin embargo, este crecimiento en su uso conlleva preocupaciones sobre la seguridad y privacidad en línea.
Uno de los principales atractivos de Snapchat es su enfoque en la privacidad. La aplicación permite que los “snaps” –fotos o videos que desaparecen después de ser vistos– brinden una sensación de seguridad a los usuarios. Sin embargo, esta característica también puede dificultar a los padres la supervisión de las actividades de sus hijos y el contenido que comparten. Además, el uso del chatbot de inteligencia artificial “MyAI” ha suscitado inquietudes sobre la recopilación de datos, ya que se informa que se utilizan para personalizar anuncios.
Los riesgos asociados a Snapchat para los más jóvenes son significativos. La naturaleza efímera de los mensajes puede fomentar un comportamiento imprudente al ofrecer una falsa sensación de seguridad. Esto puede llevar a situaciones de acoso y bullying, ya que menos del 25% de las víctimas de ciberacoso informan a un adulto sobre lo que sucede. Asimismo, el contenido inapropiado puede filtrarse a través de historias y publicaciones, y los riesgos de acoso en línea, grooming y sextorsión son lamentablemente reales, con un aumento significativo de estos delitos reportados en la plataforma en los últimos años.
Para mitigar estos riesgos, es crucial que los padres se involucren en la experiencia en línea de sus hijos. Esto incluye tener conversaciones abiertas sobre los riesgos asociados y establecer normas claras sobre el uso de la aplicación. Recomendar a los niños que compartan únicamente contenido adecuado, que no revelen información personal y que hagan uso de las herramientas de privacidad ofrecidas por la plataforma, como el modo fantasma, puede ser determinante.
También es importante explorar juntos las configuraciones de seguridad de Snapchat, familiarizándose con las alertas que advierten sobre mensajes de personas que no son amigos mutuos y las opciones para bloquear usuarios que puedan representar una amenaza. Snap también cuenta con un Centro Familiar que proporciona recursos y herramientas para que los padres puedan monitorear la actividad de sus hijos.
En un mundo donde la interacción en línea es inevitable, la participación activa de los padres se convierte en la mejor estrategia para garantizar la seguridad y el bienestar de los niños en plataformas como Snapchat.
Fuente: WeLiveSecurity by eSet.
