Rusia intensifica sus amenazas contra la infraestructura de comunicaciones global

Rusia ha elevado nuevamente las tensiones con Occidente al sugerir que podría atacar cables submarinos de comunicación y sistemas GPS, lo que ha generado preocupación entre expertos y funcionarios de la OTAN. Estas amenazas, si se materializaran, podrían tener consecuencias devastadoras para las comunicaciones globales y la navegación.

Advertencias de alto nivel

Dmitry Medvédev, vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, lanzó una advertencia inquietante en junio, afirmando que los cables submarinos se habían convertido en un «objetivo legítimo» para Rusia, especialmente si se confirmaba la participación occidental en el ataque al gasoducto Nord Stream 2.

Preocupación creciente entre expertos

El Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) ha publicado recientemente un informe que subraya la vulnerabilidad de estos cables frente a potencias hostiles como Rusia. David Cattler, jefe de inteligencia de la OTAN, también ha expresado su preocupación, sugiriendo que Rusia podría estar planeando ataques contra esta infraestructura crítica en represalia por el apoyo occidental a Ucrania.

Incidentes recientes alimentan la inquietud

En 2023, un cable de telecomunicaciones en el mar Báltico sufrió daños que se atribuyeron a una «manipulación externa», según sugirió el ministro de Defensa Civil de Suecia, Carl-Oskar Bohlin. Este incidente, junto con el aumento de la actividad de submarinos rusos en áreas como la costa de Irlanda, ha intensificado las preocupaciones sobre un posible ataque.

Amenaza al sistema GPS

Además de los cables submarinos, Rusia también ha estado interfiriendo con sistemas de navegación GPS, afectando rutas aéreas comerciales. Melanie Garson, experta en seguridad internacional, describe estas acciones como parte de una estrategia de «zona gris» por parte de Rusia, que implica tácticas encubiertas que no llegan al nivel de una guerra abierta.

Respuestas y desafíos

La OTAN ha comenzado a implementar medidas de protección para los cables submarinos, incluyendo un sistema de alerta temprana. Sin embargo, expertos como Garson advierten que estas medidas podrían no ser suficientes y urgen el desarrollo de planes de respaldo más robustos para proteger la infraestructura crítica.

El informe del CSIS también insta a Estados Unidos a fortalecer la cooperación internacional para coordinar una respuesta efectiva ante un posible ataque. No obstante, el marco legal actual para el sabotaje de estos cables es complejo y fragmentado, lo que complica la atribución de responsabilidades cuando los daños ocurren en aguas internacionales.

La amenaza de Rusia a la infraestructura de comunicaciones global plantea un desafío significativo para la seguridad internacional, requiriendo una respuesta coordinada y efectiva por parte de la comunidad internacional para proteger estos activos críticos.vía: El chapuzas informático

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